Juan Pablo II ha muerto a los 84 años en su habitación privada del Vaticano tras un progresivo deterioro de su salud. El Pontífice ha fallecido a las 21.37 horas, según ha confirmado el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls. En la plaza de San Pedro miles de fieles lloran en silencio por el Pontífice.
Tras unos días en estado crítico, el Papa ha fallecido en su apartamento privado, tal y como era su voluntad, sin haber vuelto al Policlínico Gemelli.
La noticia del fallecimiento ha sido acogida con un intenso aplauso por las cerca de 40.000 personas que se concentraban, un día más en vigilia, en la plaza de San Pedro. El desenlace ha llegado cuando participaban en un rezo colectivo del rosario para acompañarle en sus últimas horas. A los pocos minutos han comenzado a repicar a muerto las campanas de la Basílica de San Pedro.
El secretario de Estado vaticano, Angelo Sodano, ha entonado el "De Profundis" y posteriormente ha recitado una plegaria ante los fieles. Muchos no han podido contener las lágrimas.
Los prelados que se encuentran en la escalinata de la Basílica de San Pedro han invitado al silencio para "acompañar al Papa en sus primeros pasos al cielo".
Tras esos minutos de profundo silencio, muchos fieles contemplan con cierta incredulidad las ventanas del tercer piso del Palacio Apostólico del Vaticano, donde se encuentra el apartamento papal, que están iluminadas.
Algunos se han alejado de la plaza sin hablar y con lágrimas en los ojos, mientras otros, arrodillados, golpeaban el suelo con los puños en un gesto de rabia e impotencia.
El cardenal Camarlengo, el español Eduardo Martínez Somalo, tal y como marca la norma, ha hecho el reconocimiento oficial del Papa para confirmar su muerte. Un segundo funcionario, el maestro de Cámara, ha roto el anillo de Pescador del Pontífice.
Tras el fallecimiento del Papa, el gobierno provisional de la Iglesia católica está en manos del cardenal camarlengo, cargo que ostenta actualmente el español Eduardo Martínez Somalo, nacido en Baño de Río Tobias (La Rioja). Su función es la administración de los bienes y de los derechos temporales de la Santa Sede. Para ese cometido estará ayudado por tres purpurados asistentes.
A partir de este momento comienza un periodo que se llama de sede vacante. Los cardenales se deberán reunir en cónclave en la Capilla Sixtina de Roma para proceder a la elección del nuevo Pontífice. Esta reunión deberá celebrarse entre 15 y 20 días después del fallecimiento de Juan Pablo II.
Las principales autoridades de Italia, entre ellas el primer ministro, Silvio Berlusconi, y el presidente de la República, Carlo Azeglio Ciampi, asistieron a una misa en la catedral romana, la basílica de San Juan de Letrán. La ceremonia comenzó casi de forma simultánea al anuncio realizado por el Vaticano de que la salud de Juan Pablo II se había "agravado aún más".
Las autoridades locales de Roma se preparan ante la posible llegada de cientos de miles de fieles a la ciudad. Todos los accesos a la Plaza de San Pedro se encuentran cortados y vigilados por la policía. Decenas de fieles y de periodistas están concentrados en las inmediaciones.
Todos los hospitales de Roma y sobre todo los que se encuentran en la zona cercana al Vaticano se encuentran en estado de alerta en previsión de posibles emergencias sanitarias entre los fieles.
La muerte del Papa se ha producido después de de dos meses en los que su estado de salud ha sido continuo motivo de ansiedad y tras varios días de grave deterioro. A las 19.17 horas del jueves, el Papa recibió el 'Santo Viático' (la comunión reservada para los enfermos que están próximos a la muerte).
En la tarde del 31 de marzo al Papa le fue diagnosticada una infección en las vías urinarias, tras lo cual tuvo lugar "un choque séptico con colapso cardiocirculatorio", según informó el portavoz del Vaticano Joaquín Navarro Valls. A pesar de la gravedad de la situación, Juan Pablo II pidió no ser trasladado hasta el hospital Gemelli y permanecer en sus aposentos del Vaticano.
La última aparición pública de Juan Pablo II fue elmiércoles, cuando se asomó a la ventana de sus aposentos para bendecir a los fieles. Aquel día las personas que se congregaban en la Plaza de San Pedro de Roma pudieron ver al Papa muy deteriorado. Intentó hablar, pero no lo consiguió. Las imágenes recorrieron el mundo y suscitaron de nuevo el debate sobre la sucesión al frente de la Iglesia.
Juan Pablo II fue sometido a una traqueotomía el pasado 24 de febrero. Volvió a sus estancias en el Vaticano el 13 de marzo, pero su estado de salud se deterioró y apareció muy fatigado en los actos de Semana Santa, donde apenas pudo pronunciar unas palabras a los fieles.